domingo, 28 de marzo de 2010

La victoria no es un regalo, es un premio a la constancia.

Asamblea Nacional

Este 26 de septiembre los venezolanos hemos sido convocados a una elección vital para el desarrollo de los acontecimientos en los años venideros. Ese domingo elegiremos a los nuevos integrantes de nuestra unicameral Asamblea Nacional (Diputados del Parlamento). El resultado de dichos comicios son vitales para ambos bandos en los que lamentablemente se ha polarizado Venezuela.

Los simpatizantes del oficialismo (Chavismo), esperan ganar la mayoría en el Parlamento para poder seguir impulsando, desde esa trinchera la llamada Revolución Bolivariana. Obtener la mayoría le permitiría al Presidente Chávez la promulgación de más leyes que se ajusten a los deseos del gobierno, así como la posibilidad de otorgarle nuevamente poder habilitante o sencillamente vetar las propuestas que lleguen al Parlamento y que el gobierno considere que le son contrarias.

Por su parte los opositores, de ganar la mayoría en la Asamblea Nacional, serían una piedra de tranca, un freno al avance de las acciones del gobierno y los desmanes que se han aprobado por medio de este Parlamento unicolor, del que la misma oposición se convirtió en cómplice, al retirarse en 2005 de las elecciones.

Ahora bien, vayamos a la situación que reflejan los más recientes sondeos, en cuyos resultados, tanto de empresas que en el pasado han sido acusadas de opositoras y otras de oficialistas, manifiestan que la simpatía hacía el Presidente Chávez ha presentado un descenso significativo, que aleja al Presidente de la llamada “zona de confort” en la que se encontraba y que le aseguraba, a pesar de las circunstancias, la mayoría absoluta. Entiéndase bien, que esto no significa bajo ningún concepto, la pérdida segura del Presidente, no debemos subestimar su poder político, sin embargo; es la primera vez en 11 años de gobierno que Chávez la tiene complicada para ganar la mayoría absoluta, por más que los seguidores del Presidente se obstinen en negarlo.

La muestra de que es realidad, son las acciones del gobierno y sus acólitos en los otros 4 poderes públicos del país. Entre ellas puedo mencionar la detención de Oswaldo Álvarez Paz, figura reconocida de la oposición y al propietario del canal de noticias Globovisión, Guillermo Zuloaga. El primero por emitir una opinión dura contra el gobierno en un programa del ya mencionado canal de noticias; el segundo por hacer lo propio en la reunión de la SIP en Aruba. Por otra parte, la detención domiciliaria del Diputado Azuaje y el posterior levantamiento de su inmunidad parlamentaria. Ya es evidente que en Venezuela debemos tener cuidado al opinar, dado que cualquier cosa que digamos puede ser considerada por el gobierno, una instigación al odio o al golpismo, aunque nuevamente los seguidores del gobierno quieran obstinadamente negarlo.

Advierto que el gobierno seguirá atacando duramente, ejecutando más detenciones, posiblemente, u otras acciones en contra de la oposición. Todo esto persigue una sola cosa, desanimar a los opositores y a los apáticos, con la finalidad de jugar a la abstención, que sólo favorece al gobierno y de esta manera ganar de manera segura y sencilla la mayoría absoluta en el Parlamento. Sin embargo; yo insto a todos los venezolanos, sin importar su parcialidad política, a ejercer su derecho al voto y no seguirle el juego al gobierno, que la mayoría del país se pronuncie verdaderamente, ya basta de apatías y de frases tan vagas y vacías como aquella que expresa: “Si yo no trabajo; no como, así que no me importa el gobierno”. De qué te sirve trabajar o ser tan indiferente en un país dónde opinar distinto puede ser considerado delito o donde las oportunidades de surgir libremente sin discriminación ideológica son cada vez más cuesta arriba. Ya basta de cobrar facturas, que el gobierno acuse a toda la oposición de golpista por los deplorables sucesos de abril de 2002, no recuerda el gobierno que el propio señor Presidente encabezó un golpe militar el 4 de febrero de 1992 y posteriormente aupó otro el 27 de noviembre del mismo año, no se puede exigir aquello de lo que no tiene moral para pedir. Ya es hora de dejar atrás todos los errores de ambos lados y fusionarnos en un uno solo.

Máquina de votación (Venezuela) Así pues, pido a todos los venezolanos, que emitan su voto ese 26 de septiembre, ya basta de tibiezas, ya lo dije en un anterior post, sino no eres parte de la solución; eres parte del problema. Ya es hora de reconstruir al país todos juntos, recuperando el sendero de la unidad y de entender que en medio de nuestras diferencias, podemos coexistir y respetarnos por el bien de la nación. Los gobiernos pasan pero la patria persiste. Pidámosle a Jesús, no que nos quite las espinas del camino, sino que endurezca nuestros píes para poder pasar por encima de ellas. ¡Ánimo Venezuela que sí se puede!.

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