Hoy primero de mayo en todo el planeta festejamos el día del trabajador con diversas actividades como: movilizaciones, protestas, conciertos, etc. Y olvidamos que los culpables verdaderos de ese castigo llamado trabajo son, Adán y Eva. La esclavitud no ha sido abolida; sólo se redujo a 8 horas diarias. Felicidades a todos los trabajadores en su día.
Dejando ya de lado los comentarios jocosos y las felicitaciones respectivas, vuelvo nuevamente al blog para escribir sobre un tema del que siempre comento; el cómo por medio de la retórica adornada de la igualdad nos logran dividir como sociedad.
No creo que sea desconocido por nadie el hecho que los políticos, sin importar sus ideologías, siempre hablan y profesan un igualdad en la que ni ellos mismo creen, y es que simplemente esa igualdad, como ellos la dibujan, no existió, no existe y no existirá porque es contra natura. Desde el principio Dios dividió el mar de la tierra, los animales de los seres humanos y a nosotros nos hizo hombre y mujer, es decir, desde nuestro génesis somos diferentes. Esa realidad es la que tratan de maquillar a su gusto los políticos y los llamados “luchadores sociales”, ellos hablan de una sociedad justa en la que todos tengamos los mismo derechos, hasta allí todo está bien, pero qué pasa cuando entonando ese eslogan maravilloso hacen uso de la división para hablar de igualdad.
Es evidente que los gobiernos y muchos mortales hablan de la marcada división en clase sociales y privilegios en la que estamos los seres humanos y dicen estar en una batalla en la que todos seamos iguales, el detalle está en que esto generalmente lo hacen destruyendo al pudiente y con ello destruyen las economías, expropiando, arrebatando y por qué no decirlo con el verbo en gerundio que corresponde, robando. Al parecer sí nos quieren a todos como iguales, pero igual de pobres y en igual condición de miseria, claro está menos ellos, porque ellos prometen igualdad para los demás pero no se incluyen, ellos viven en una burbuja de protección y hablan de igualdad viviendo como los de la realeza, con privilegios y seguridad exclusivos para ellos, lo más triste es que haya gente tan tarada que aún en medio de su escasez, los apoyen ciegamente en ese camino directo al abismo. Siempre es más fácil destruir que edificar, por eso no son capaces de aupar a la economía y llegar a una bonanza en la que todos podamos disfrutar de ella.
En Venezuela, y creo que en la mayoría de América Latina, tenemos muy marcada la concepción del Estado Paternalista, el que debe darnos y garantizarnos todo a cambio de nada porque somos connacionales. Verdadero caldo de cultivo para doctrinas Neoliberales disfrazadas de Socialismo, Comunismo, Capitalismo o cualquier aberración de esas terminadas en “ismo” y para pseudolíderes que no son capaces ni siquiera de dirigir eficientemente sus vidas y pretenden dirigir los destinos de su país.
Yo creo en la igualdad de oportunidades, esa sí es la verdadera igualdad y justicia social, donde todos tengamos la misma oportunidad de surgir y crecer, pero trabajando y luchando por lo que queramos, no como regalías de una falsa bonanza. Por eso ¡arriba la igualdad! Abajo el igualitarismo que muchos profesan como una falsa igualdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario