domingo, 28 de marzo de 2010

La victoria no es un regalo, es un premio a la constancia.

Asamblea Nacional

Este 26 de septiembre los venezolanos hemos sido convocados a una elección vital para el desarrollo de los acontecimientos en los años venideros. Ese domingo elegiremos a los nuevos integrantes de nuestra unicameral Asamblea Nacional (Diputados del Parlamento). El resultado de dichos comicios son vitales para ambos bandos en los que lamentablemente se ha polarizado Venezuela.

Los simpatizantes del oficialismo (Chavismo), esperan ganar la mayoría en el Parlamento para poder seguir impulsando, desde esa trinchera la llamada Revolución Bolivariana. Obtener la mayoría le permitiría al Presidente Chávez la promulgación de más leyes que se ajusten a los deseos del gobierno, así como la posibilidad de otorgarle nuevamente poder habilitante o sencillamente vetar las propuestas que lleguen al Parlamento y que el gobierno considere que le son contrarias.

Por su parte los opositores, de ganar la mayoría en la Asamblea Nacional, serían una piedra de tranca, un freno al avance de las acciones del gobierno y los desmanes que se han aprobado por medio de este Parlamento unicolor, del que la misma oposición se convirtió en cómplice, al retirarse en 2005 de las elecciones.

Ahora bien, vayamos a la situación que reflejan los más recientes sondeos, en cuyos resultados, tanto de empresas que en el pasado han sido acusadas de opositoras y otras de oficialistas, manifiestan que la simpatía hacía el Presidente Chávez ha presentado un descenso significativo, que aleja al Presidente de la llamada “zona de confort” en la que se encontraba y que le aseguraba, a pesar de las circunstancias, la mayoría absoluta. Entiéndase bien, que esto no significa bajo ningún concepto, la pérdida segura del Presidente, no debemos subestimar su poder político, sin embargo; es la primera vez en 11 años de gobierno que Chávez la tiene complicada para ganar la mayoría absoluta, por más que los seguidores del Presidente se obstinen en negarlo.

La muestra de que es realidad, son las acciones del gobierno y sus acólitos en los otros 4 poderes públicos del país. Entre ellas puedo mencionar la detención de Oswaldo Álvarez Paz, figura reconocida de la oposición y al propietario del canal de noticias Globovisión, Guillermo Zuloaga. El primero por emitir una opinión dura contra el gobierno en un programa del ya mencionado canal de noticias; el segundo por hacer lo propio en la reunión de la SIP en Aruba. Por otra parte, la detención domiciliaria del Diputado Azuaje y el posterior levantamiento de su inmunidad parlamentaria. Ya es evidente que en Venezuela debemos tener cuidado al opinar, dado que cualquier cosa que digamos puede ser considerada por el gobierno, una instigación al odio o al golpismo, aunque nuevamente los seguidores del gobierno quieran obstinadamente negarlo.

Advierto que el gobierno seguirá atacando duramente, ejecutando más detenciones, posiblemente, u otras acciones en contra de la oposición. Todo esto persigue una sola cosa, desanimar a los opositores y a los apáticos, con la finalidad de jugar a la abstención, que sólo favorece al gobierno y de esta manera ganar de manera segura y sencilla la mayoría absoluta en el Parlamento. Sin embargo; yo insto a todos los venezolanos, sin importar su parcialidad política, a ejercer su derecho al voto y no seguirle el juego al gobierno, que la mayoría del país se pronuncie verdaderamente, ya basta de apatías y de frases tan vagas y vacías como aquella que expresa: “Si yo no trabajo; no como, así que no me importa el gobierno”. De qué te sirve trabajar o ser tan indiferente en un país dónde opinar distinto puede ser considerado delito o donde las oportunidades de surgir libremente sin discriminación ideológica son cada vez más cuesta arriba. Ya basta de cobrar facturas, que el gobierno acuse a toda la oposición de golpista por los deplorables sucesos de abril de 2002, no recuerda el gobierno que el propio señor Presidente encabezó un golpe militar el 4 de febrero de 1992 y posteriormente aupó otro el 27 de noviembre del mismo año, no se puede exigir aquello de lo que no tiene moral para pedir. Ya es hora de dejar atrás todos los errores de ambos lados y fusionarnos en un uno solo.

Máquina de votación (Venezuela) Así pues, pido a todos los venezolanos, que emitan su voto ese 26 de septiembre, ya basta de tibiezas, ya lo dije en un anterior post, sino no eres parte de la solución; eres parte del problema. Ya es hora de reconstruir al país todos juntos, recuperando el sendero de la unidad y de entender que en medio de nuestras diferencias, podemos coexistir y respetarnos por el bien de la nación. Los gobiernos pasan pero la patria persiste. Pidámosle a Jesús, no que nos quite las espinas del camino, sino que endurezca nuestros píes para poder pasar por encima de ellas. ¡Ánimo Venezuela que sí se puede!.

Realidad reflejada en un universo irreal

Montaña y lago de la efigieLa tenue luz del final de la tarde se reflejaba en el rostro de incertidumbre del joven, caminaba sin rumbo atravesando aquel paisaje bucólico que acentuaba su abatimiento y congoja. Miles de pregunta rondaban su cabeza y la respuesta a muchos de sus dilemas, la tenía la efigie que habita en la cúspide de la cordillera. Esta imagen era un hermoso ser, que un momento fue muy cercano a el joven, pero desde que se convirtió en estatua obviamente sólo se muestra taciturna e indiferente ante él.

Cada día el joven alzaba su vista a la cordillera, y muy a pesar de la gran distancia que había entre la ciudad y la cúspide, él podía distinguir de manera diáfana a la efigie, y en medio de suspiros se preguntaba: qué extraña maldición o jugada del destino la había convertido en estatua. Su angustia se hacía mayor al pensar que este inanimado ser era el que tenía la solución a muchos de sus problemas, o peor aún, que él llegará a tener el mismo desenlace.

El joven realizaba sus labores cotidianas, trabajo, estudios, entretenimiento y religión, sin embargo; sus pensamientos con cierta frecuencia se trasladaban hasta la efigie, situación que le confiscaba en gran medida su libertad. Cierto día, el joven decidió comenzar a poner fin a esta coyuntura y diseñar un plan de acción. Primeramente, fue al sitio divino, aquel emplazamiento consagrado al Ser Superior, un ente que creía conocer pero al solicitarle su ayuda entendió que era un “conocido” forastero, que quizá por defensa, él había decidido convencerse que ya lo conocía, un escudo de protección con el que buscaba ignorar su misión.

El Ser Divino le dijo: “¿Qué buscas o para qué me buscas? – él respondió – el abismo me está dando alcance, la oscuridad me acorrala, por eso acudo a ti, fuente eterna de luz y salvación de los cautivos – El Ser Superior sólo se limitó a decirle: “esto puede ser el inicio del final inevitable”. Ante esta respuesta desconcertarte del Ser Supremo, el joven se marchó de aquel lugar sagrado, con más dudas que soluciones. Así pues, decidió de una vez y por todas subir el camino intrincado y enchuchado hasta la cumbre de la montaña. Al estar frente a la efigie, enfrentó todos sus dolores y temores y comenzó hacerle todas las preguntas que tenía. Como era de esperarse la estatua no se movió ni muchos menos emitió algún sonido.

Dominado por una gran impotencia, el joven siguió sumando desaciertos a su ya abultado recuento de éstos. La efigie por su parte, parecía hacerse más rígida en respuesta a ello.

Meses después sentado en la montaña, viendo la inmensidad de la ciudad, el joven se acercó a un muy tranquilo lago, de aguas cristalinas y muy frías, sumergió su mano para tomar un poco de aquella agua y lavar a continuación su rostro. De pronto, cuando el agua restableció su quietud, advirtió con perplejidad su reflejo, él no era la persona que recordaba, era también una efigie, con la única aparente diferencia que él si podía caminar y hablar como antes. Sin embargo; al levantar la mirada hacia el norte, pudo atisbar a la estatua de la cordillera reflejada en el lago y desde aquel lugar pudo descubrir que esa efigie también podía hablar y caminar, sólo que no lo hacía ante su presencia.

Todo se aclaró, como aquellas aguas del lago, ambos seres habían decidido mostrarse yertos y displicentes entre sí y crearon universos distintos plenamente limitados por ellos en los que habitaban. Ambos universos eran imagen exacta de la realidad en la que vivían. Sus errores, debilidades y, paradójicamente, fortalezas, habían sido usados en su contra para concebirlos. Las palabras del Ser Supremo ya tomaban sentido: Sólo se fracasa cuando se deja de intentar, pero hay que tener la capacidad de medir las consecuencias de tus acciones y aceptar tus errores, no dejando las soluciones al azar, según lo que decidas tu mismo construyes el inicio de un final inevitable, como bien lo había manifestado el Ser Superior, nada es definitivo, sólo la muerte.

Entienda el que pueda y discierna el que sepa.

martes, 23 de marzo de 2010

La calima, ¿reflejo del país?

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(Fotografía: Calima en Caracas - Y. Urdaneta).

A propósito del fenómeno de la calima o calina, ambos nombres son correctos, que se encuentra sobre varias ciudades del país, en especial en Caracas; es oportuno aclarar un poco qué es. La calima es la existencia de partículas de polvo, arena, humo o sustancias propias de la combustión en la baja atmósfera. A causa de la intensa sequía que vivimos en Venezuela se han presentado gran cantidad de incendios forestales y aunado a esto por acción del fenómeno del Niño, los vientos alisios, que barren esta acumulación de partículas, están detenidos, ocasionando la acumulación de esta sustancia.

Ahora bien, si somos capaces de ver a la naturaleza como creación divina, y el comportamiento de ésta como reflejo del ser humano, debemos concluir entonces que estamos en graves problemas. Una de las secuelas de la calima es el efecto invernadero que produce al atrapar el calor, eso es exactamente lo que ocurre en Venezuela, no sólo meteorológicamente hablando, también socialmente. Estamos en un país en el que todos los días se suman problemas y angustias que no pueden ser drenados y que nos atrapan en medio de la impotencia y un “calentamiento” emocional.

Otras de las consecuencias que trae consigo la calima es la proliferación de enfermedades respiratorias, reflejo nuevamente de la realidad del país, en el que vivimos bajo un constante clima de ahogo por las circunstancias y discusiones sin cuartel a la que ya tristemente nos habituamos, con un gobierno que no termina de asumir la parte de responsabilidad que le toca en el declive de la nación y aún luego de 11 años sólo culpa a los gobiernos anteriores, una oposición, que como en la calima, se ahoga en sus propias ambiciones de poder y una gran cantidad de apáticos que no se dan cuenta que con su actitud fría e indiferente, se asfixian poco a poco al igual que el país.

Finalmente la calima, en medio de esta densa bruma, no permite tener una visibilidad clara del lugar. Situación idéntica a la realidad del país, en la que en medio de la oscuridad que genera las acciones de quienes vivimos acá, sólo podemos vislumbrar un horizonte brumoso, lleno de ceniza y con la ruina como destino.

Así pues, la sequía refleja la falta de interés y amor por la patria, el alejamiento para con Dios, por seguir ideologías o personeros que sólo siembran odio y cosechan división. Las altas temperaturas, son reflejo del infierno en el que nos estamos convirtiendo, en el que sólo los demonios actualmente gobiernan o pretenden en un futuro llegar a gobernar. Todo sintetizado en la calima espiritual y moral en la que estamos. Estoy seguro que cada uno en su ciudad, estado o país, puede conseguir en la naturaleza el reflejo fiel de los que somos o de lo que son.

Sin embargo; si todavía estamos vivos, es porque nuestra misión en este mundo aún está inconclusa, los invito a convertirnos en esos vientos alisios que barren nuestras calimas o en esa lluvia que apaga nuestros incendios, disminuye la temperatura y limpia la atmósfera, permitiéndonos tener al frente un horizonte claro y esperanzador. Si no somos parte de la solución, somos parte del problema. Nosotros escogemos de que lado queremos estar. [Si gusta deje sus comentarios en este Post]

jueves, 11 de marzo de 2010

Y de pronto desperté en un sueño que era realidad.

Amaneció, me despertó un tímido rayo de sol que se colaba por la cortina para avisarme que el día comenzaba, otra nueva oportunidad que me daba Dios para enmendar el camino y enderezarlo de una buena vez.

Muy a pesar de haber dormido suficiente y muy cómodamente; me levanto de la cama con una flojera y apatía más fuerte de la normal, propias de estas horas del día. Al salir de la habitación me doy cuenta que me encuentro en medio de un ambiente afásico y yermo. Situación ésta que me agarra de sorpresa, me acuesto en un lugar y pareciera que me despierto en otro.

Con un entendible temor, me acerco a la puerta para salir y ver alrededor. Reconozco el interior del sitio donde estoy, más no así el contexto. Abro la puerta y lo que diviso sería una escena típica del estilo de Alfred Hitchcock, gente que conozco y completos desconocidos también, están dominados por una extraña fuerza o sentimiento de exaltación, se atacan unos a otros separados por un río muy caudaloso y violento, cada grupo o bando se encuentra en orillas diferentes. No termino de pasar mi sorpresa cuando aparezco de pronto en un bote y transito por las aguas de aquel río. En el recorrido logro contemplar a detalle cada persona y su actitud, me inquieta en demasía el sentimiento de venganza, dolor, acusaciones y autarquía de las personas en cada orilla del río.

Sin embargo; cuando miro hacia atrás me doy cuenta que en el bote no voy solo, me hacen compañía una gran cantidad de personas, que al igual que yo son víctimas del desconcierto, en no entender qué está pasando. De pronto en la lontananza, uno de mis desconocidos acompañantes, logra atisbar una especie de delta, de desembocadura de aquel río en el que nos encontrábamos.

Muy asustados, atravesamos las aguas turbulentas de aquel delta, y terminamos en medio de un lago, de agua apacibles y hermosas, un lugar celestial, tan hermoso y acogedor que muchos de los que estaban en el bote se atrevían a musitar que habíamos muerto y llegado al paraíso. Cuando el bote llegó por sí solo a la orilla de aquel lago, nos bajamos y comenzamos a caminar sin separarnos unos de otros, como tratando de identificar el lugar en el que nos encontrábamos. Para seguir abonando situaciones a nuestra ya larga cuenta de pasmos, pude otear a una dama muy hermosa, coronada de 8 estrellas y vestida de harapos, que en algún momento fue un muy hermoso y lujoso vestido. La escena me recordaba a alguna que había leído en el libro del apocalipsis, lo que me hizo pensar, aunque no me atreví a decirlo a los demás, que en vez de estar en el paraíso, estábamos en medio del juicio final y trataba de vislumbrar en algún lugar los dichosos cuatro jinetes y los 144.000 sellados en la frente.

Me acerqué a aquella mujer, y pude ver que era muy hermosa, aunque estaba muy descuidada en su apariencia y vestidura, a un lado habían muchas riquezas, que aparentemente no le servían de nada en ese lugar. La mujer no paraba de llorar y pude ver entonces, con asombro, que sus lágrimas eran quienes alimentaban como un afluente al río. La mujer de pronto, señalaba a las personas que habíamos visto en las orillas del río y luego lloraba con más intensidad. No supe que decir ni que hacer al momento, tan sólo me acerqué un poco más y vi que por atrás de ella había una gran cantidad de personas, muchas más de las que ya había visto en las orillas del río o en el bote, estas personas estaban trabajando, y haciendo tareas propias de cada quien o haciendo su vida social sin ninguna preocupación, y aunque con cierta frecuencia pasaban al lado de la mujer compungida, no parecía que les fuera de interés, sólo querían estar y conservar aquella paz que se vivía en la localidad.

Para temor mío, pude ver que las personas exaltadas de las orillas del río no se encontraban aisladas, ni estaban imposibilitadas de llegar al sitio celestial de aparente paz en el que estábamos. Pude ver como entraban de a poco algunos de ellos y seguían con su contienda en aquel lugar, por lo que pude entender en el acto que la paz en la que vivían las personas que trabajaban o salían a su vida social, era sólo de apariencia, un espejismo que habían optado asumir como cierto para no darle importancia que otros hasta llegaban a matarse por tener ideas distintas. En mi corazón surgió entonces una sensación de asco, no podía comprender como esas personas preferían ser apáticas y dejar de lado todo para vivir su supuesta vida tranquila, mientras los otros se agredían mutuamente, mientras la hermosa mujer se secaba de tanto llorar. No parecían darse cuenta, que la falsa paz en la que vivían era tan frágil que pronto los violentos, que ellos ignoraban, formarían parte de su sociedad y para ese momento ya sería tarde el despertar.

Me acerqué nuevamente a la hermosa mujer, pero esta vez comprendiendo el por qué de su desgarrador llanto, era una madre que sufría por ver a sus hijos, separados, divididos e ignorados entre sí. Me senté a su lado y me dijo sólo 12 sustantivos: “Caruao, Caracas, universidades, periodistas, medios de comunicación, iglesia, comercio, envidia, odio, tolerancia, esperanza y despertar”. No entendí de momento el significado de aquellas palabras, que hacían que cada vez que esta mujer las pronunciara, salieran en torrenciales chorros lágrimas de sus hermosos ojos.

Me acerqué un poco más y quise abrazarla para consolarla y confortar en algo su dolor, pero me pareció incorrecto hacerlo sin siquiera saber su nombre. En medio de aquel devastador llanto, le pregunté – musitando: ¿Cómo te llamas? Y ella me respondió: “Venezuela”. Supe entonces que todo aquello no era un sueño, que el sueño era la fantasía en la que vivimos la mayoría, me senté al lado de la hermosa dama y comencé a llorar con ella, porque hacía frente de manera clara a mi realidad.

miércoles, 3 de marzo de 2010

La mujer, la habitante ilustre de un planeta con nombre de mujer.

Hoy he decidido escribir un post dedicado a la mujer, y una vez escrito el borrador es que recuerdo que estamos en el mes de la mujer. Más allá de la igualdad de género o del despreciable machismo y feminismo, mi escrito va dirigido a ellas.

Aunque la mujer ha sentido que la sociedad siempre la ha dejado de lado, y en muchas ocasiones es cierto, también es cierto que la mujer ha jugado un papel importante hasta vital en el desarrollo de la historia humana.

Comencemos pues, con algunas mujeres que vienen en este instante a mi mente y que merecen la mención. María, la virgen de Nazaret, fue la elegida por Dios para llevar en su seno a su hijo, a Jesús el Salvador y Señor nuestro, así pues, nos damos cuenta que con María comenzó la historia de la salvación humana, ese fíat que ella dio borra por completo el no que dio otra mujer a Dios; Eva.

La política del mundo ha estado llena de mujeres que han dirigido o de alguna manera escrito la historia de sus países. Me vienen en este instante muchas a la mente, por ejemplo: Indira Ghandi, la Ex-Primer Ministro de la India que contribuyó en gran medida a la industrialización y desarrollo de su patria. Margaret Thatcher, la Ex-Primer Ministro de Inglaterra, la “Dama de Hierro” como era llamada, gobernó su país con mano dura y temple, no permitiendo que se le aminorara por ser mujer. Hillary Clinton, Ex-Primera Dama de Estados Unidos y actual Secretaria de Estado, no sólo demuestra ser una mujer de preparación excepcional, sino que posee el carácter y temple para gobernar al gran País del norte, situación que no considero lejana, dada su excelente figuración en la elecciones internas de su partido, para escoger al candidato presidencial. Catalina II de Rusia, llamada La Grande, monarca que contribuyó en gran medida en el desarrollo de la cultura y el conocimiento. No pretendo desconocer en absoluto los también errores y desaciertos de todas estas mujeres política y en algunos casos las maneras pocas democráticas y sensatas con las que obraron, pero que no disminuyen ni aminoran en nada los aciertos que les permitieron escribir la historia.

Sin embargo; todas las que he nombrado, a excepción de Clinton, forman también parte del pasado. Entonces, la pregunta lógica es: ¿No hay en la actualidad mujeres que sean líderes verdaderas y que estén escribiendo historia? La respuesta es sí, y sólo me limitaré a escribir de una de ellas, a quién admiro y respeto profundamente, La Dra. Michelle Bachelet. Michelle Bachelet, la flamante y eminente Presidenta de Chile, hasta el 11 de marzo del año en curso, es una mujer en toda la extensión de la palabra, una madre, una esposa, una abuela, una profesional, una líder verdadera, en conclusión, un intachable ejemplo de lo que debe ser la mujer hoy en día.

Hija de un General del la Fuerza Aérea chilena que fue torturado y asesinado por las prácticas cruentas del gobierno del General Augusto Pinochet. Ella misma junto a su madre vivió la tortura, el exilio y la discriminación. Sin embargo; esto en nada la aminoró en su lucha por creer en un Chile mejor. Se gradúa de médico en la Universidad de Chile y comienza a ejercer su profesión. Su primera aspiración en la política fue al cargo de alcaldesa, elección ésta que pierde de manera contundente. Decide entonces hace un curso sobre defensa continental en la Academia de Asuntos Políticos y Estratégicos de Chile, en el cual presenta un excelente desempeño y obtiene así la beca Presidente de la República, el nombre de la beca auguraba ya lo que le venía, con la que parte a estudiar al Colegio Interamericano de Defensa, en Estados Unidos, en el que obtiene excelentes calificaciones.
Vuelve a Chile como Asesora del Ministerio de la Defensa, pero nunca dejando de lado su amor por la medicina. Luego se incorpora a la campaña de Ricardo Lagos, quién finalmente obtiene la Presidencia de Chile. A partir de entonces desempeña el cargo de Ministra de la Salud, con un reto planteado por Lagos, si en tres meses no dejaba de haber colas en los centros de atención de salud, sería removida. A pesar de la gran mejoría que presentaron estos centros, faltando una semana, Bachelet demostrando entereza y honestidad presenta su renuncia al cargo, al no poder erradicar por completo las colas. Sin embargo; el Presidente Lagos no le acepta la renuncia, alegó luego que en una visita a un hospital una mujer se le acercó en privado pidiéndole que no la removiera, que la “pobrecita” hacía lo que podía, en palabras propias de la señora. Así pues impulsa una reforma del sistema médico de Chile, mejorando en su totalidad. Luego el Presidente Lagos le pide la renuncia, y Bachelet se la dio, pero antes de salir del despacho, le ofreció el Ministerio de la Defensa. Cargo que desempeña y con el cual hace de nuevo historia, convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar dicho cargo en Latinoamérica e Iberoamérica. La vida siempre nos demuestra el camino a seguir, sólo debemos saber entender las señales. Así pues, allí estaba Bachelet como jefa de la Fuerzas Armadas Chilenas, las mismas fuerzas armadas que habían torturado y asesinado a su padre y torturado a ella y a su madre.
Bachelet demostró una capacidad de perdón y de humildad increíble, con el que aceptó a su país y lo supo comprender. Jamás podré olvidar la imagen de Bachelet en 2002 montada en un tanque de guerra, luego de las fuertes lluvias que azotaron diversas comunas de Santiago, por lo que el personal de las Fuerzas Armadas se desplegó para ayudar a los damnificados y Bachelet salió a comandar las actividades cruzando las calles cubiertas de agua e impartiendo órdenes a sus subordinados. Sencillamente una mujer espectacular.
Luego su nombre comenzaba a sonar para la Presidencia de la República, incluso por encima de candidatos más evidentes y aparentemente más fuertes. Va a las primarias por la candidatura de la concertación junto a otra mujer, la Canciller Soledad Alvear, la cual decide en la recta final no presentarse a las primarias, con lo que Bachelet se convierte en la candidata de la concertación.
Finalmente, se convierte en la Primera Presidenta de Chile en 196 años de historia y en la sexta mujer con ese cargo en Latinoamérica. En su gobierno, presentó muchos problemas, los cuáles supo reconocer con humildad ante el pueblo chileno y corregirlos. Es así como la vida de nuevo le devuelve lo que le había pedido como tributo a manera de pruebas, y se convierte en la flamante Jefe de Estado de Chilena, cargo que desempeña de manera espectacular.
Creo que la razón por la que terminé hablando de la Presidenta Bachelet y me desvíe en gran medida del tema que pensaba enfocar de manera más general, es mi profundo respeto, admiración y deseo de conocer, a una mujer que demostró, que en medio de una sociedad en la que todo se hace velozmente y la mujer cree estar en segundo plano, ella salió victoriosa de todas las pruebas. Hoy mismo tuve la oportunidad de ver en el noticiero de TVN a través de la televisión por cable, a la Presidenta Bachelet quebrarse y llorar ante la devastación por el terremoto, y esto me permitió reafirmar que no era una diosa o un ser divino, esas lágrimas me confirmaron que ella es un ser humano, un excelente ser humano y lo mejor una incansable mujer.
El 11 de marzo, exactamente en 8 días, ella deja el gobierno, con un índice de popularidad por encima del 81 %, y cómo no, sí sencillamente es una grande. Recuerdo un canto que hacen los chilenos que dice “chi, chi, chi, le, le, le, ¡viva Chile!”, yo diría más bien, “Viva Bachelet”. Quizá vuelva a escribir, y así espero, en 2014 el inicio de su nuevo gobierno. Por mi parte, deseo profundamente una Bachelet para mi Venezuela.
En fin, la mujer es un ser sublime, un ser del que hasta Dios necesitó para traer al mundo a su Salvador, pudiéndolo hacer y ya, porque para Él nada es imposible, pero sencillamente escogió hacerlo por medio de una mujer, creo que ya ese sólo hecho las hace maravillosas. Sin dejar de lado, el regaló único que les dio Dios, el de ser portadora de la vida. Estoy seguro por completo, que entre Ustedes hay heroínas desconocidas que dejan aún más en alto el nombre de la mujer, madres, tías, hermanas, primas, esposas, parejas, novias, ex-esposas, ex-novias, vecinas, amigas y conocidas. Por eso y por mucho más, para la mujer va este post.

martes, 2 de marzo de 2010

CUANDO EL ALMA HABLA, HASTA DIOS CALLA.

Hay situaciones en la vida en la que nos encontramos frente a una encrucijada, o ante realidades en la que la lógica no reina. Momentos en los cuales no entendemos el desenvolvimiento de los hechos, porque carecen de sensatez.

Uno de esos hechos, es sentirte presente en medio de la ausencia. Una ausencia más dolorosa que la de los familiares difuntos, porque con ellos está la esperanza de volverlos a ver el día en que Jesús vuelva para juzgar y reinar. Sin embargo; tu ausencia no tiene esas características de alegría mesiánica, porque aun teniéndote tan cerca y tan presente, estás a la vez tan lejos y tan ausente, a esa falta de lógica me refería, cuando hablaba de hechos sin sensatez.

Aunque si bien es cierto, que en la oración y en el encuentro personal con Jesús, he mejorado en demasía y he entendido muchas cosas, siempre queda esa extraña sensación, que no tiene palabras, sustantivos ni adjetivos, que la puedan definir. Ese inesperado final, esa conclusión del acto cuando aún no se terminaban los argumentos en esta obra, es lo que me deja esa sed, ese mar de dudas, que no termino de entender con claridad, y que sólo puedo tratar de inferir las respuestas, porque no las he oído de tus propios labios, y lo más triste es que creo que nunca las podré escuchar.

Es impotencia lo que se genera en mí, cuando escribiendo estas líneas, me viene a la mente la posibilidad casi nula, que alguna vez puedas leer esta nota. Más sin embargo; las quiero seguir escribiendo porque también son un medio para liberar, para romper lazos, para dejar el apego y para dejarte ir. Te veo ahora más bella que nunca, más segura y con más temple, no sé si es esa necia jugada que nos hace nuestra mente a los hombres cada vez que terminamos una relación aún amando. Ya tú pudiste pasar la página y atreverte a ser feliz de nuevo, con un caballero que ojalá te haga feliz, como le pido a Dios que seas todas las noches en mis oraciones, él es testigo de todo lo que he hablado con él, de todo lo que he pedido por ti y tu familia, y también de lo que le he suplicado que me permita dejarte de ir, ¿sabes? Creo que me escuchó y de a poco me doy cuenta que él está obrando, que aún te amo, pero ya no me duele, que aún te amo pero ya no lloro (excepto al escribir esta nota), que aún te amo pero también quiero que seas feliz y que aún te amo y no termino de entender qué pasó.

Qué pasó, dónde los planes cambiaron, dónde se esfumó el futuro planeado juntos, dónde quedó el que nos amábamos para toda la vida, dónde quedó el siempre te voy amar y no lo dudes, dónde quedó el chiquita y chiquito y lo que más me duele cuándo se desvanecieron Paola Valentina y Juan Pablo. Una vez me dijiste que en mis ojos veías un futuro, una familia, un hogar y unos hijos, y sabes bien que eso no sólo lo veías tú, yo también lo hacía y hasta de manera depravada aún lo sigo viendo, por eso no me he atrevido a buscar a alguien, porque a pesar de este largo tiempo que ha pasado, el sentimiento sigue igual en mi, aunque como ya dije, ya no hay dolor, hay resignación y aceptación por algo que no pudo ser y que tiene mi amor en estado vegetal y taciturno.

Te confieso una cosa, este golpe en mi vida hizo reafirmar y reforzar mi fe, me he conseguido cara a cara con Dios, hemos hablado como nunca, he llorado junto a él, y aunque muchas personas me señalan y critican, pero a Dios lo he sentido, su presencia y hasta como una vez me tocó dándome palmadas como lo hace un padre cuando consuela un hijo, me ha mostrado el plan que tiene para mi, y no es fácil, en ese plan que me mostró también estabas tú, pero las circunstancias y nuestros errores hicieron que ya no me acompañes en él, eso hace el camino más difícil, cumplir el plan de Dios, volver al camino y seguir en la luchar por él, pero sin ti bebé. Y lo debo hacer porque no puedo defraudar a Dios, que se ha mostrado tan misericordioso conmigo y me he dado tantas señales que sí me escucha. Como quisiera que quienes no creen ti Señor, o que son tibios ante ti, te pudieran sentir, ver y escuchar como yo lo he podido hacer este último año. Por eso te doy gracias Señor, porque en medio de mi tristeza te hiciste presente y comprendí que a veces tú Señor, permites que sucedan situaciones en nuestras vidas, que nos golpeen fuertemente, que nos tumbe de bruces como lo hiciste con San Pablo, como una vía de acceso directo a la conversión, pero está en cada quien entenderlo o dejarlo pasar.

Oro por ti y lo haré hasta que me toque irme de esta vida, ya todo lo dejé en manos del Señor y en Él confío, el obrará y pasará lo que Él permita que pase, por lo pronto le pido para mí que me siga dando fortaleza y la voluntad y temple que muchas veces me falta por mi debilidad humana.

Finalmente te digo bebé, que si Dios me permitiera nacer nuevamente y me dijera todo el dolor por el que iba a pasar al terminar contigo, te aseguro, y a Él lo tengo de testigo, que igual te escogería nuevamente, porque por esos 5 años de felicidad que pasé contigo, valen la pena a pesar de cualquier dolor por más fuerte que sea. Dios te bendiga enormemente y te proteja siempre, que seas feliz aunque no sea conmigo, te amo y te amaré por siempre, de eso estoy seguro, aunque tenga que seguir el camino que ya me señalaron, siempre estarás en mis oraciones, en mis recuerdos y en mi sangre, recorriendo todo mi organismo, cada vez que late mi corazón pensando en ti. Ánimo bebé, muchos éxitos porque también lo mereces por lo que haz sufrido. Si alguna vez nos encontramos, espero que nos podamos mirar sin ninguna factura, sin ningún mal recuerdo, sin más lágrimas. Adiós mi cielo, mi bebé, mi viejita, mi charramanduca, mi verdadero amor, la madre de mis hijos. Como deseo demostrarte a ti que esto, lo que siento, no es simples letras en un papel, son sentimientos desbordados, derramados desde mi alma y todo te pertenece a ti y sólo a ti, y poder retomar ese camino nuevamente, pero esta vez de nuevo juntos. Pero creo que ya no será así y me he resignado y lo he aceptado.

Ahora me toca a mi ser feliz y comenzar a transitar esa especie de transición que hay entre el camino que me señaló Dios y el lugar en el que me encuentro ahora, las cosas se están dando de a poco para que así sea, así que allá voy, a desarrollarme más como profesional y a cumplir también el plan de Dios. No cruzaré los brazos ante las dificultades, porque el mejor hombre del mundo murió con los brazos abiertos en un cruz por mi y por todos.

Cuando el alma habla, hasta Dios calla para escuchar la muestra más pura de amor en un ser humano, y mi alma habló. (Jesús Romero 02/03/2010 4:54 a.m.)